La cirugía PRK, o queratomileusis fotorefractiva, es un procedimiento quirúrgico utilizado para corregir problemas de visión como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Aunque la PRK es más comúnmente conocida por su capacidad para tratar la miopía, también puede ser una opción viable para aquellos que tienen otras condiciones oculares.
Condiciones oculares tratables con cirugía PRK
Miopía
La miopía es una condición ocular en la que los objetos cercanos se ven claramente, pero los objetos lejanos aparecen borrosos. Esto ocurre cuando el ojo es demasiado largo o la córnea es demasiado curva, lo que hace que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de en ella. La cirugía PRK puede corregir la miopía al remodelar la córnea para que la luz se enfoque correctamente en la retina.
Es posible someterse a una cirugía PRK si se tiene miopía. Durante el procedimiento, se utiliza un láser excimer para eliminar una fina capa de tejido de la córnea, lo que permite que la luz se enfoque correctamente en la retina. Después de la cirugía, es posible que se experimente una visión borrosa durante unos días o semanas, pero esto debería mejorar a medida que el ojo se recupera.
Hipermetropía
La hipermetropía es una condición ocular en la que los objetos lejanos se ven claramente, pero los objetos cercanos aparecen borrosos. Esto ocurre cuando el ojo es demasiado corto o la córnea es demasiado plana, lo que hace que la luz se enfoque detrás de la retina en lugar de en ella. La cirugía PRK también puede corregir la hipermetropía al remodelar la córnea para que la luz se enfoque correctamente en la retina.
Es posible someterse a una cirugía PRK si se tiene hipermetropía. Durante el procedimiento, se utiliza un láser excimer para eliminar una fina capa de tejido de la córnea, lo que permite que la luz se enfoque correctamente en la retina. Al igual que con la miopía, es posible que se experimente una visión borrosa durante unos días o semanas después de la cirugía, pero esto debería mejorar a medida que el ojo se recupera.
Astigmatismo
El astigmatismo es una condición ocular en la que la córnea tiene una forma irregular, lo que hace que la luz se enfoque en múltiples puntos en lugar de en uno solo. Esto puede causar visión borrosa tanto de cerca como de lejos. La cirugía PRK también puede corregir el astigmatismo al remodelar la córnea para que la luz se enfoque correctamente en la retina.
Es posible someterse a una cirugía PRK si se tiene astigmatismo. Durante el procedimiento, se utiliza un láser excimer para eliminar una fina capa de tejido de la córnea y corregir su forma irregular. Después de la cirugía, es posible que se experimente una visión borrosa durante unos días o semanas, pero esto debería mejorar a medida que el ojo se recupera.
La cirugía PRK puede ser una opción viable para aquellos que tienen otras condiciones oculares además de la miopía, como la hipermetropía y el astigmatismo. Sin embargo, es importante consultar con un oftalmólogo para determinar si se es un candidato adecuado para este tipo de cirugía y para discutir los posibles riesgos y beneficios.