Las lentillas, también conocidas como lentes de contacto, son una excelente alternativa a las gafas para corregir problemas de visión. Sin embargo, es común que las lentillas se rompan, lo cual puede resultar frustrante y costoso. En este artículo, te explicaremos por qué se rompen las lentillas y te daremos algunos consejos para evitarlo.
Revisión y cuidado de las lentes
Revisar las lentes rígidas en busca de muescas en el borde
Las lentillas rígidas son más propensas a romperse debido a su material más frágil. Por eso, es importante revisarlas regularmente en busca de muescas en el borde. Estas muescas pueden debilitar la estructura de la lente y hacer que se rompa más fácilmente. Si encuentras alguna muesca, es recomendable reemplazar la lente de inmediato.
Mantener las lentes blandas completamente hidratadas
Las lentillas blandas son más flexibles y menos propensas a romperse en comparación con las rígidas. Sin embargo, si no se mantienen adecuadamente hidratadas, pueden volverse más frágiles y propensas a romperse. Es importante asegurarse de que las lentes blandas estén siempre sumergidas en una solución de almacenamiento adecuada cuando no se estén utilizando.
Tener cuidado al retirar las lentes blandas del ojo
Al retirar las lentillas blandas del ojo, es importante tener cuidado para evitar que se rompan. Es recomendable utilizar las yemas de los dedos limpios y secos para agarrar suavemente la lente y retirarla lentamente. Evita tirar o estirar bruscamente la lente, ya que esto puede hacer que se rompa.
Almacenamiento y manipulación adecuados
Almacenar las lentes en un estuche con suficiente líquido
El almacenamiento adecuado de las lentillas es fundamental para evitar su rotura. Es importante utilizar un estuche de almacenamiento limpio y seco, y asegurarse de que las lentes estén completamente sumergidas en la solución adecuada. Además, es recomendable reemplazar el estuche regularmente para evitar la acumulación de bacterias.
Evitar crear muescas en el borde de la lente al manipularlas
Al manipular las lentillas, es importante tener cuidado de no crear muescas en el borde de la lente. Estas muescas pueden debilitar la estructura de la lente y hacer que se rompa más fácilmente. Para evitar esto, asegúrate de tener las manos limpias y secas antes de manipular las lentes, y utiliza movimientos suaves y controlados.
Proteger las lentes del calor y el aire acondicionado
Las lentillas son sensibles a los cambios de temperatura y humedad. El calor excesivo y el aire acondicionado pueden secar las lentes y hacer que se vuelvan más frágiles. Por eso, es importante proteger las lentes del calor directo y evitar exponerlas a ambientes con aire acondicionado intenso. Además, evita dejar las lentes expuestas al sol o cerca de fuentes de calor.
Acciones en caso de rotura
Conservar la calma y extraer cualquier trozo visible de la lente si se rompe
Si una lentilla se rompe, es importante mantener la calma y actuar con precaución. Si hay algún trozo visible de la lente, es recomendable extraerlo suavemente utilizando las yemas de los dedos limpios y secos. Evita frotar o presionar el ojo, ya que esto puede causar daños adicionales.
Lavar el ojo con suero fisiológico y acudir al especialista para un reconocimiento exhaustivo
Después de extraer cualquier trozo visible de la lente, es recomendable lavar el ojo con suero fisiológico para eliminar cualquier residuo. Luego, es importante acudir al especialista en lentes de contacto para un reconocimiento exhaustivo. El especialista podrá evaluar cualquier daño ocular y recomendar el tratamiento adecuado.
Las lentillas pueden romperse debido a diversos factores, como muescas en el borde, falta de hidratación, manipulación incorrecta y exposición a condiciones extremas. Sin embargo, siguiendo los consejos mencionados anteriormente, es posible evitar la rotura de las lentillas y disfrutar de una visión clara y cómoda. Recuerda siempre cuidar y revisar tus lentes regularmente, así como acudir al especialista en caso de rotura o cualquier problema ocular.