¿Es malo tener un derrame en el ojo? Causas y tratamiento

Un derrame en el ojo, también conocido como hemorragia subconjuntival, es una condición en la cual se produce una acumulación de sangre debajo de la conjuntiva, la membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo. Aunque puede parecer alarmante, en la mayoría de los casos no es motivo de preocupación y no causa daño permanente a la visión.

Causas de un derrame ocular

Existen varias causas que pueden llevar a la aparición de un derrame en el ojo. Algunas de las más comunes incluyen:

Estornudo violento

Un estornudo fuerte y repentino puede generar una presión en los vasos sanguíneos del ojo, lo que puede resultar en una hemorragia subconjuntival.

Pujido

El esfuerzo excesivo durante la defecación, conocido como pujido, puede causar un aumento de la presión en los vasos sanguíneos del ojo y provocar un derrame.

Cambio brusco de temperatura

Exponerse repentinamente a cambios extremos de temperatura, como entrar en un ambiente muy frío después de estar en un lugar caliente, puede causar la ruptura de los vasos sanguíneos del ojo y dar lugar a un derrame.

Además de estas causas, frotarse los ojos con fuerza o sufrir un traumatismo en la zona ocular también pueden desencadenar un derrame.

Manifestaciones previas

Antes de que se produzca un derrame en el ojo, es posible que se experimenten algunas manifestaciones previas. Estas pueden incluir:

Comezón

Una sensación de comezón en los ojos puede ser un signo de que los vasos sanguíneos están bajo presión y podrían romperse, lo que podría llevar a un derrame.

Ardor

El ardor en los ojos también puede ser un síntoma previo a un derrame. Esto puede indicar que los vasos sanguíneos están inflamados y podrían romperse en cualquier momento.

Te interesa  ¿Qué es la esclerótica del ojo? Definición y enfermedades

Sensación de tener arena en los ojos

Si sientes como si tuvieras arena en los ojos, esto podría ser un indicio de que los vasos sanguíneos están bajo presión y podrían romperse, lo que resultaría en un derrame.

Tipos de derrames oculares

Existen dos tipos principales de derrames oculares: externos e internos.

Externos (comunes y sin problemas)

Los derrames externos son los más comunes y generalmente no causan problemas graves. La sangre se acumula debajo de la conjuntiva y se puede ver como una mancha roja en la parte blanca del ojo. Estos derrames suelen desaparecer por sí solos en unos pocos días y no requieren tratamiento médico.

Internos (causan visión baja, no visibles a simple vista, frecuentes en pacientes con diabetes)

Los derrames internos son menos comunes pero pueden ser más preocupantes. En estos casos, la sangre se acumula en la parte posterior del ojo, lo que puede afectar la visión. Estos derrames no son visibles a simple vista y generalmente solo se detectan durante un examen ocular. Los derrames internos son más frecuentes en personas con diabetes o hipertensión arterial y pueden requerir tratamiento médico.

Tratamiento de un derrame ocular

En la mayoría de los casos, las hemorragias subconjuntivales no requieren tratamiento médico y desaparecen por sí solas en un período de 7 a 10 días. Sin embargo, existen algunas medidas que se pueden tomar para acelerar el proceso de curación y aliviar cualquier molestia:

Aplicar compresas frías

Aplicar compresas frías sobre el ojo afectado puede ayudar a reducir la inflamación y acelerar la absorción de la sangre acumulada.

Evitar frotarse los ojos

Es importante evitar frotarse los ojos, ya que esto puede empeorar la situación y prolongar el tiempo de curación.

Te interesa  Miopía y astigmatismo: cómo ven las personas con miopía y astigmatismo

Usar lágrimas artificiales

El uso de lágrimas artificiales puede ayudar a aliviar cualquier sensación de sequedad o irritación en los ojos.

En casos más graves, especialmente en derrames internos o en personas con condiciones médicas subyacentes, puede ser necesario buscar atención médica. Un oftalmólogo podrá evaluar la situación y determinar si se requiere algún tratamiento adicional.

Tener un derrame en el ojo no es necesariamente algo malo. En la mayoría de los casos, los derrames subconjuntivales son inofensivos y desaparecen por sí solos en unos pocos días. Sin embargo, si experimentas algún síntoma preocupante o si el derrame no mejora después de un período de tiempo razonable, es recomendable buscar atención médica para descartar cualquier problema subyacente.

Deja un comentario