El oído es uno de los sentidos más importantes que tenemos. Nos permite escuchar y disfrutar de los sonidos que nos rodean. Pero, ¿sabías que el oído está compuesto por diferentes partes? En este artículo, te explicaremos las partes del oído para niños, cómo funcionan y cómo cuidarlas adecuadamente.
Oído externo
El oído externo es la parte visible del oído. Está compuesto por el pabellón auditivo y el conducto auditivo.
El pabellón auditivo
El pabellón auditivo es la parte externa del oído. Es la parte que vemos en forma de oreja. Su función principal es capturar los sonidos del entorno y dirigirlos hacia el oído medio.
El conducto auditivo
El conducto auditivo es un canal estrecho que conecta el pabellón auditivo con el oído medio. Su función es conducir los sonidos capturados por el pabellón auditivo hacia el oído medio. Es importante mantener el conducto auditivo limpio y libre de obstrucciones para un buen funcionamiento del oído.
Oído medio
El oído medio se encuentra detrás del tímpano y está compuesto por varias partes importantes.
Transformación de ondas sonoras
El oído medio es el encargado de transformar las ondas sonoras en vibraciones. Cuando los sonidos llegan al oído medio, hacen vibrar el tímpano.
Componentes: tímpano y cadena de huesecillos
El tímpano es una membrana delgada y flexible que separa el oído externo del oído medio. Cuando las vibraciones del tímpano son transmitidas a través de una cadena de huesecillos llamada martillo, yunque y estribo. Estos huesecillos amplifican las vibraciones y las transmiten al oído interno.
Oído interno
El oído interno es la parte más interna del oído y es donde se procesan las vibraciones y se convierten en impulsos nerviosos que el cerebro puede interpretar como sonidos.
Función de la cóclea
La cóclea es una estructura en forma de caracol que se encuentra en el oído interno. Es la encargada de transformar las vibraciones en impulsos nerviosos. Dentro de la cóclea, hay células ciliadas que se mueven en respuesta a las vibraciones y generan señales eléctricas que son enviadas al cerebro a través del nervio auditivo.
Equilibrio y canales semicirculares
Además de la cóclea, el oído interno también contiene los canales semicirculares, que son responsables de mantener el equilibrio. Estos canales están llenos de líquido y detectan los movimientos de la cabeza, lo que nos permite mantenernos en equilibrio.
El oído está compuesto por el oído externo, el oído medio y el oído interno. Cada parte tiene una función importante en el proceso de audición. Es fundamental cuidar adecuadamente nuestras orejas y protegerlas de ruidos fuertes y de la acumulación de cerumen. Si tienes alguna preocupación acerca de tu audición o de la salud de tus oídos, no dudes en consultar a un médico especialista en otorrinolaringología.